Para algunos, es considerado uno de los peores inventos de la historia. Para otros, representa el sonido del Siglo XXI. De los millones de seguidores del artista trapero Duki o Nicki Nicole a la frase “hay que prohibir el Auto-Tune” del reconocido músico Charly García, esta tecnología tiene fanáticos y detractores que lo convierten en protagonista de la escena musical actual.
Pero, ¿qué es exactamente esta tendencia que genera tantas pasiones? Es una tecnología que sirve no solo para corregir “técnicamente” la afinación de los músicos que quieren estar acorde con el resto de su producción musical, sino también expandir su creatividad.
Hoy, numerosos artistas argentinos lo utilizan en su repertorio. Principalmente, los exponentes del trap, estilo musical con el que se asoció desde 2018 para dar forma a un nuevo fenómeno.
¿Cómo nace?
Todo comienza en la década del ’90 cuando el ingeniero Andy Hildebrand, quien trabajaba en la industria petrolífera, se dio cuenta de que podía combinar sus conocimientos de algoritmos matemáticos y su experiencia con el procesamiento de señales acústicas utilizadas en las exploraciones, para procesar señales musicales.
Así es como nace, a través de Antares Audio Technology, el efecto del Auto-Tune. “Analiza un determinado sonido y lo devuelve en un gráfico que permite ver un esquema de cómo se verían las variaciones de tono o de afinación de ese sonido. A partir del análisis que hace, logra vincular esas diferentes variaciones de la altura del sonido (graves y agudos) y permite ajustarlas a las notas exactas. Se puede utilizar para efectos en la voz o incluso hasta en instrumentos”, explica a Mundo Seguro Agustín Pellendier, sonidista y músico en la Productora PIUKE.
Reconversión de estilos
Productoras musicales comenzaron a interesarse por esta nueva tecnología, pero recién tomó impulso con el lanzamiento de la canción “Believe” de Cher en 1998.
Importantes artistas como el rapero Tupac Shakur con “California” o bandas como Daft Punk empezaron a innovar y a jugar con esta nueva propuesta que se expandió rápidamente en el mundo.
Escuchá el “efecto Cher” en uno de los hits de esta cantante ícono del pop:
“Tiene una faceta creativa, con la cual se hizo conocido, que se evidencia cuando el efecto está exagerado intencionalmente para lograr una estética diferente que le da una impronta robótica al sonido”, comparte el también editor de sonido, video y After Effects en Estudios Pacífico, una productora que realiza producciones para Canal Encuentro, Pakapaka y proyectos del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales).
La llegada del Auto – Tune no creó nuevos estilos musicales, pero sí logró una reconversión en ellos. Para Pellendier la tecnología se convierte en “una marca de estilo y de impronta muy particular, sobre todo, en los géneros urbanos, la música pop o la electrónica”.
Desde Duki a Nicki Nicole
En Argentina, específicamente, esta revolución musical empezó a florecer en eventos como El Quinto Escalón que se realizaba en el Parque Rivadavia, ubicado en el barrio porteño de Caballito. La batalla de improvisación entre dos contrincantes al ritmo del beatbox hizo que miles de personas se animaran a mostrar su música, sin miedo ni prejuicios.
Artistas como Duki, Bhavi, Knea, Ecko, Cazzu o Nicki Nicole sobresalieron como exponentes de este fenómeno en el país y traspasaron fronteras con su llegada a millones de personas. Así, con la generación Z como protagonista, el género que abarca una mezcla entre el freestyle, el rap y el reggaetón tuvo un ascenso inédito.
Las nuevas plataformas y las tecnologías permitieron la expansión de estos artistas que, rápidamente, tenían sus canciones en las listas de las más escuchadas del mundo en Spotfy o Dezzer. Los canales gratuitos y la fuerte presencia en redes sociales fueron facilitadores fundamentales para que estos “artistas Auto-Tune” ganaran cada vez más espacio.
En su canal oficial de YouTube, Nicki Nicole alcanzó los 3.5 millones de suscriptores y supera las 595 millones de visualizaciones. Este es uno de sus videos más vistos:
El éxito de la tecnología despertó un sinfín de reacciones que no tardaron en llegar. Los músicos de la “vieja escuela” criticaron fuertemente a un movimiento magnánimo. Duki respondió a los llamados “haters” que “no toda la música les tiene que gustar, pero hay muchos prejuicios al respecto”.
Sobre estas críticas, Agustín Pellendier explica que, una parte, tienen que ver con el vínculo de la música con cierta idolatría de la técnica: “Por ejemplo, en una afinación no tan prodigiosa de la voz, el Auto-Tune viene, de alguna manera, a ayudar a emprolijar o perfeccionar a esa afinación. Lo importante es intentar dar lo mejor en la instancia del canto y saber que se cuenta con esa herramienta para buscar este resultado estético particular”.