Como bebida energizante de soldados, medicina, moneda de cambio o servido en tacitas para reyes y reinas, el chocolate tuvo distintas formas a lo largo del tiempo. Este alimento que proviene de la semilla de cacao fue mutando hasta estabilizarse como el dulce que conocemos. Por eso, aunque en la actualidad lo consumimos casi únicamente en preparaciones dulces, la historia nos demuestra que el chocolate combina dos ingredientes esenciales: innovación y flexibilidad. 

En Argentina lo conseguimos en cualquier kiosco y lo usamos como relleno de tortas, para bañar alfajores o beber con leche. Sin embargo, hay una nueva alternativa que está ganando popularidad en las chocolaterías. Cada vez más personas incursionan en la combinación de chocolate y cristales de sal marina. ¿Cuál es el secreto detrás de esta novedad gastronómica? Cualquier persona interesada en la cocina sabe que hay un ingrediente infalible para realzar cualquier sabor: la sal. Pero lo que puede no ser tan popular es una de sus variantes más versátiles: la sal marina. 

Algunos beneficios de combinar chocolate con cristales de sal marina son:

• • Reducen el amargor natural del chocolate.
• • Liberan nuevos matices y aromas del cacao.
• • Potencian el dulzor, ya que estimulan los sensores de nuestras papilas gustativas.

Además, con su aspecto de copo de nieve, los cristales de sal le brindan un aspecto mucho más atractivo y tentador a las preparaciones, otra de las razones de su éxito comercial.

Al pan, pan y al chocolate, sal

Todo muy rico, pero es importante aclarar algo: el chocolate y la sal no se deben mezclar de cualquier manera. Es decir, no podemos agarrar la primera tableta que encontremos y ponerle sal de mesa. Es necesario tener en cuenta algunos factores. Por ejemplo, se recomienda el uso de chocolate amargo antes que el chocolate con leche o blanco. Además, la sal debe ser marina y en escamas, ya que su sabor se complementa bien con lo dulce y sutil del chocolate. Luego, teniendo en cuenta estas consideraciones, podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación.

Algunas opciones populares que se sirven en restaurantes, confiterías y locales gastronómicos son: 

• • Mousse de chocolate espolvoreado con escamas de sal marina.
• • Helado de chocolate amargo con cristales de sal marina.
• • Alfajores con cobertura de chocolate amargo y sal.

Si estamos ansiosos por probar la combinación y no podemos esperar a ir a un restaurante, la solución es sencilla. Siempre podemos comprar una tableta de chocolate amargo -la opción más recomendada es 70% cacao o más-, cristales de sal marina -se consiguen en dietéticas- y un pan -preferentemente francés-. Rodajar el pan, distribuir el chocolate y esparcir la sal resulta una deliciosa puerta de entrada al mundo del chocolate con sal. 

Desde los pueblos originarios de México, pasando por la Inglaterra del siglo dieciocho hasta llegar a la actualidad, quedó demostrado que la humanidad está unida, con todas sus variantes, por el chocolate. Hoy nos toca ser contemporáneos del chocolate con sal y la pregunta es: ¿dentro de 100 años, cuál será la nueva tendencia?