“Por qué dejo un puesto soñado”, decía el titular del artículo que escribió ni bien tomó la decisión de dejar el que “hasta ese momento” había sido su trabajo ideal. Leo Piccioli pasó 18 años en una corporación multinacional, donde llegó a ser vicepresidente y liderar a más de 500 personas. Con el tiempo, comenzó a pensar que su ciclo como Country Manager de Argentina y Brasil en Staples estaba cumplido y necesitaba nuevos desafíos.
Así, después de arriesgarse a dar el salto que necesitaba, llegó a convertirse en el gurú del mundo de los negocios y el management que inspira a otros en el camino para superar los miedos y a prepararse para liderar su propio cambio. Leo recuerda con una sonrisa aquellos viejos tiempos de ejecutivo, pero el presente lo encuentra en el lugar que proyectaba aún cuando no había dado el salto emprendedor.
Con cuatro libros en su haber –La venganza de los nerds (2014), Soy solo (2018), Ahora te puedes marchar… o no (2019) y El año en que nos volvimos humanos (2020)-, y como conferencista TED, Piccioli motiva a las personas a ser protagonistas de su carrera profesional. Y lo hace como Top Voice Latinoamérica en LinkedIn, donde tiene más de 90.000 seguidores. También comunica parte de sus mensajes a través de Instagram, donde 60 mil personas lo leen y escuchan.
Piccioli, de casi 50 años, nos cuenta cómo salió de la zona de confort y en qué tuvo que trabajar para poder hacerlo.
Eras CEO y te volviste emprendedor de vos mismo, ¿qué fue lo que te impulsó a hacerlo?
Fue una mezcla de dos cosas. La primera, insatisfacción. No estar disfrutando lo que hacía después de 18 años, habiéndome reinventado en la compañía cada tres o cuatro años. Eso disparó una búsqueda: “a dónde voy y qué hago”. Después de pasar por distintas experiencias y de investigar lo que me gustaba, encontré a qué dedicarme. Entonces, a la insatisfacción le siguió el encontrar el next step o siguiente paso.
¿Te costó tomar la decisión de dejar ese lugar que muchos pueden considerar como “zona de confort”? ¿Sentiste miedo al cambio?
Sin dudas que me costó. Fue gracioso porque publiqué un artículo en las redes titulado “Por qué dejo un puesto soñado en una compañía genial”, que era lo que yo sentía, y al toque me empezaron a ofrecer puestos de trabajo parecidos al de ese momento. Pero para mí yo ya estaba en el puesto ideal y no había ninguno que lo superara. Así que los rechacé.
¿Y cómo manejaste todo ese miedo que sentías?
Obvio que tuve miedo por varios años, pero lo canalicé en construir: irme de la compañía bien, terminar de consolidar el equipo de trabajo para estar orgulloso del legado que dejaba, asegurar un pequeño ahorro para estar tranquilo desde ese punto de vista, empezar a pensar en mi marca y mi negocio para tener un futuro posible. Así que, sí. Tuve miedo y lo aproveché.
¿Qué mensaje buscás transmitir a partir de lo que hacés?
Cada tanto reviso la idea de lo que transmito. Quizás lo que busco es que seamos protagonistas. Trato de llevar a todo el mundo a un lugar de responsabilidad, que es horrible en un aspecto porque es mucho más fácil ser víctima y que la responsabilidad sea de otro, pero es mucho más potente ser protagonista de la propia experiencia. Entonces, trabajo para llevar a otros a este lugar, ya sea en una empresa, como emprendedor o pasando de un lado al otro.
Es decir que tu lema de bandera sería…
En toda nuestra vida profesional tenemos que hacernos cargo de lo que nos pasa. Este es mi metamensaje. Tal vez no lo digo nunca tan claro pero está en todo lo que escribo y digo, todo el tiempo.

Aún los más grandes emprendedores están aprendiendo todo el tiempo. Así lo cuenta Leo Piccioli en esta charla TED.
¿Cómo cambió tu vida al dejar lo que hacías y dedicarte a ser emprendedor?
Hay ciertas cosas de antes que eran buenas: la seguridad de tener un sueldo a fin de mes, saber que trabajaba dentro de una franja horaria, todo lo que de cierta manera me aseguraba una comodidad. También la tribu, el grupo, las personas con las que interactuaba. Ahora elijo muchas más cosas, con más esfuerzo y también beneficios. Tengo mi oficina a diez metros de mi cuarto. Elijo con quién trabajar y todos mis clientes son de alguna manera mis jefes. Entonces no es un cambio tan terrible si te lo tomás con responsabilidad, paciencia y comprendés que se trata de un proceso.
Construir una marca personal representa desafíos individuales importantes, como animarse a la exposición, hablarle a una cámara y estar activo en las redes sociales. ¿Cómo te llevás con eso?
De chico y adolescente yo era muy introvertido. Con mi trabajo tuve que reinventar eso. Tuve que cambiarlo. De alguna manera me pongo como ejemplo. Mucha gente me dice que es imposible que se animen a pararse frente a una cámara o hacer un podcast o dar una charla. Empatizo con sus experiencias porque para mí también era imposible y hoy lo hago súper natural. Pero es un entrenamiento, un músculo que se ejercita todos los días. Aceptándote a vos mismo, y entendiendo que hay personas a las que no les va a gustar y otras a las que sí.
¿Qué consejos les darías a los jóvenes que recién están empezando sus carreras y a quienes están cerrando su ciclo laboral?
A los jóvenes les diría que prueben, que el proceso no implica tener éxito ya, sino que es mejor si fracasan. Tienen que, de una manera educada y constructiva, buscar ese fracaso. Emprender, trabajar para otro, con amigos y personas que no conozcan. Hacer de todo para aprender y montar sus carreras sobre ese aprendizaje.
A los que están cerrando el ciclo laboral, les diría que no abandonen. A veces el trabajo es tan importante en nuestras vidas que preferimos, necesitemos o no, seguir adelante. Pero es importante detenerse un momento a planificar, a pensar con tiempo las partes de nuestro trabajo que nos gustan y queremos mantener, de la forma que sea.
¿Y cómo se hace eso?
La clave es construir una vida que, cuando queramos retirarnos, nos permita hacer lo que nos gusta y que nos paguen por ello. Y, principalmente, nunca dejar de aprender. Esto es tan importante porque de lo contrario, si te jubilás a los 60 años, ¿qué vás a hacer el resto de tu vida? Siempre les digo a las personas con las que me encuentro: planifiquémoslo, aprovechémoslo y seamos de valor para otros.
Así se define Leo Piccioli
Economista| Disrupting manager | Conferencista | Escritor
“En 2012 publiqué un libro, pero no se lo cuento a nadie. Desde 2016 escribo principalmente artículos periódicos en LinkedIn, en donde tengo la libertad editorial y posibilidad de interacción que me permite compartir mis experiencias, correr riesgos y aprender del feedback que recibo”.
“Descubrí que, a pesar de ser introvertido, me apasiona compartir conocimientos frente a audiencias grandes. Haber hecho Stand Up Comedy me ayudó mucho”.
“Algunos dicen que soy coach, pero conociendo excelentes coaches, no me atrevo a usar esa etiqueta. Prefiero presentarme como socio estratégico”.
“Coherencia entre lo que soy, lo que hago y lo que digo, eso es integridad. Constantemente estoy aprendiendo, entendiendo qué pasa en las empresas, qué desafíos tienen las personas, y me mantengo así vigente”.