Alejandro Cancio atraviesa un 2023 muy especial. El piloto neuquino, oriundo de Plaza Huincul, se quedó con dos históricas carreras del Campeonato de Rally Argentino: las disputadas en Mina Clavero y en Río Negro. Ambos triunfos, sumados a algunos podios más, le permiten estar a tiro de quedar primero en la tabla general del torneo, lo que sería la frutilla del postre para su exitosa carrera.
¿Por qué? Porque Alejandro acaba de anunciar que, una vez finalizado el año, se retirará de las pistas. De su pasado, su presente y su futuro habla en esta entrevista exclusiva para Mundo Seguro.
Te presentamos a Alejandro Cancio
Alejandro es uno de los grandes animadores del actual campeonato nacional de la disciplina. Tercero en la tabla general de pilotos, solo superado por Martín Scuncio y Miguel Baldoni, acarició el cielo con las manos cuando conquistó en abril pasado la fecha más importante del calendario: el Rally Argentina 2023 que culminó en la localidad de Mina Clavero, en el Valle de Traslasierra de Córdoba. Cuatro meses después, ganó por cuarta vez la Vuelta de la Manzana, la clásica prueba que se lleva a cabo en la provincia de Río Negro.
“Ambas victorias fueron muy emocionantes por la envergadura de las carreras. Estamos hablando de los dos rallys más importantes del campeonato, y tuvimos la suerte de poder ganarlos. Son carreras icónicas: dejan una marca, una huella. Quedar en la historia es lo más lindo de todo”, se enorgullece Alejandro.
En cuanto a cómo se prepara para el sprint final, Alejandro nos comenta: “Vamos a competir hasta el último momento: venimos bien posicionados y no podemos aflojar. La verdad es que el equipo está muy mentalizado, muy alineado, haciendo todo lo necesario para poder alcanzar el objetivo. Lo podemos lograr, tenemos confianza”.

En el nombre del padre
Pese a su excelente presente, Alejandro sorprendió a propios y extraños al anunciar su retiro de la actividad. A fin de año dejará de calzarse el casco para darle prioridad y dedicarse por completo a otros proyectos profesionales. Probablemente, la muerte a fines de 2022 de su padre, Héctor “Letín” Cancio, una referencia del rally argentino, haya influido en esa decisión.
“Tuve la fortuna de poder llevar adelante una carrera hermosa, que ha sido parte fundamental de mi vida. Me la pasé corriendo durante más de veinte años, pero en ese camino perdí a mi papá. Este deporte me unió mucho a él, por lo que no fue fácil seguir compitiendo sin su presencia. Yo soy un eterno agradecido al rally porque me permitió tener una excelente relación con mi papá. Si tengo que ser sincero, creo que cuando ganaba una carrera disfrutaba más del abrazo que nos dábamos que el triunfo en sí mismo. La pasé genial en el rally, pero los resultados no son ni fueron lo más importante: lo más valioso que me llevo fue haber compartido esta pasión con ‘Letín’”, confiesa Alejandro.
¿Cuál creés que fue la clave para mantenerte vigente y con ese espíritu competitivo a lo largo de los años?
La pasión. Lo que siempre me movilizó y me dio fuerzas fue la pasión. Me gusta y disfruto absolutamente todo lo que significa correr un rally, desde el armado de la hoja de ruta hasta la carrera en sí misma. Alimentar viva esa llamita fue lo que me ayudó a mantenerme durante tanto tiempo en la actividad.
Si tuvieras que elegir tres momentos de tu carrera, ¿cuáles serían?
El primero sería el día en que decidí dedicarme a esta profesión. Después, cuando armé mi propio equipo. Y finalmente, la última carrera que estuve acompañado por papá, que la ganamos.
¿Cómo ves tu futuro? ¿Qué se viene después del rally?
Acabo de asumir como secretario de Hacienda en la municipalidad de Plaza Huincul, lo que me demanda muchísimo tiempo. Por eso no me puedo abocar cien por ciento al rally, pero seguiré ligado a la actividad porque voy a mantener mi equipo de trabajo. Será una buena excusa para despuntar el vicio.
Una última pregunta para nuestros lectores fierreros: ¿qué consejo les darías para lograr un buen manejo?
Ya sea en la alta competencia como en el manejo cotidiano, la clave es la concentración. Hay que mantenerse siempre muy focalizado y atento a todos los parámetros que puedan incidir en el andar y en la conducción. La concentración hace la diferencia.