En 2019 el periodista Fernando Duclos decidió emprender un largo viaje hacia la Ruta de la Seda bajo el seudónimo de Periodistán, su alter ego que despertó el interés de miles de personas y que hoy sigue dando que hablar.
A través de sus redes sociales, Fernando comenzó a compartir sus experiencias y a relatar las historias de cada uno de los lugares que visitaba. Desde España hasta Kirguistán, logró acercar culturas ajenas a lo conocido por el mundo occidental, tratando de entender y derribar barreras.
En diálogo desde India con Mundo Seguro, Duclos afirma que, pese a extrañar su hogar y enfrentarse a las dificultades que el idioma impone, siente una profunda satisfacción por viajar y conocer otras realidades, con una mirada desprejuiciada que tiene la intención de comprender lo desconocido.
La elección del destino
Somalía, Etiopía, Burundi, Zimbabwe, Irán, Uzbekistán, Omán y Afganistán fueron algunos de los lugares que recorrió en los últimos años.
¿Cómo y cuándo surgió la idea de empezar con el proyecto de Periodistán?
La idea de viajar por el mundo y contarlo es un sueño que tengo desde que soy muy chico, desde que dibujaba banderitas y tenía un planisferio y me sabía todas las capitales del mundo. No sé si podría decir un momento, pero sí que había unas ganas que estaban en mí, una curiosidad por el mundo, por las culturas y en particular por los lugares a los que nadie va. Eso fue decantando, primero, por un viaje a Sudamérica cuando tenía 20 años, por África a los 27 y después di el gran salto con Periodistán a los 33 años. El comienzo de este proyecto se debió al inicio de circunstancias un poco desafortunadas: perdí el trabajo que tenía, corté con mi novia y me pagaron una indemnización. Pensé: “¿Me quedo llorando o uso la plata de la indemnización para viajar?”. Al mismo tiempo yo quería que ese viaje, más allá del disfrute, también sirviera para reinsertarme un poco otra vez en el periodismo argentino, porque yo estaba viviendo en Río de Janeiro.
¿Cómo era tu trabajo antes de empezar con tu viaje?
Mi trabajo previo era un trabajo normal de periodista gráfico. Viví en Brasil, en Colombia, en Venezuela, trabajé en un montón de medios, algunos trabajos mejores y otros peores. Pero básicamente trabajaba de contar historias de la realidad para medios gráficos, aunque únicamente sin la exposición que tuve después y sin ningún jefe. Lo lindo de Periodistán es que es algo completamente mío, independiente, freelance, lo arranqué con cero seguidores y sin ningún sponsor. Dije: “Me mando a ver qué pasa”, y salió bien.
¿Por qué elegiste como destino la Ruta de la Seda?
Para empezar, porque me daban mucha curiosidad los lugares a los que nadie va y particularmente me intrigaba Kazajistán, Uzbekistán, todos los “istán”. También se conjugaba que son países importantísimos en la historia del mundo, son civilizaciones milenarias. En Asia central, en Medio Oriente, se inventaron la mitad de las cosas que conocemos. Voy a lugares de los que nadie sabe nada y tienen un montón de cosas para contar. Si voy a Francia, Italia o España sé que la voy a pasar bien y demás, pero como periodista, para contar algo diferente en estos lugares por poco tenés que entrevistar al presidente. En cambio, si yo te digo que estoy en Tajikistan, al instante se disparan un montón de preguntas: “¿Cómo es? ¿Y cómo es la frontera? ¿Qué comiste? ¿Cómo son los mercados?”. No sabemos absolutamente nada de estos países, entonces me daba un terreno fértil y espectacular para contar historias, y al mismo tiempo satisfacía mi curiosidad de ir a lugares con un pasado gigantesco, desmedido.
Su paso por India
Impulsado por la curiosidad, Duclos decidió iniciar un nuevo viaje y arribar a India, país que recorre desde hace cinco meses. Según explica, aún no tiene definida una fecha de vuelta a la Argentina y su próximo destino es una incógnita que todavía está por definirse.
¿Cómo está siendo tu experiencia en India? ¿Habías estado ahí antes?
Es mi primera vez aquí, es el lugar más intenso que conocí en mi vida por lejos, mucho más que Afganistán o Somalia. Es intensísimo, lo cual tiene lógica porque son 1400 millones de personas, una de cada cinco personas del planeta vive acá. Es realmente otro mundo, es el lugar más distinto en el que estuve, comparado con lo que podemos llamar “lo nuestro”. Es una relación de amor y odio, hay días que lo odiás realmente, por el caos, y otros que lo amás, por lo fascinante, por la gente, por la cultura, por la comida. Es un país que te obliga a estar 24/7 alerta con todos los sentidos listos, es demasiado estimulante.

¿Qué es lo mejor de viajar y cuáles son los aspectos no tan positivos?
Lo mejor es descubrir nuevas culturas, conocer un montón de gente diferente, darse cuenta que lo que uno piensa que es universal, es simplemente el modo de comportarse de uno, pero que hay muchas otras formas más de vivir. También, la adrenalina, los paisajes, la comida, pero principalmente la gente y abrirse a nuevos mundos. Lo peor es que estoy lejos de mi casa, que no duermo en mi cama hace un montón de tiempo y estoy cansado, me duele la espalda y la comida a veces me hace mal, extraño Argentina. Es lo básico, pero a esto se suma que es un viaje largo y que es un lugar realmente diferente. Esa lejanía cansa, sentirse ajeno a todo, hablar todo el tiempo otro idioma y no entender lo que la gente dice, aunque eso es mínimo comparado a la satisfacción de viajar.
Y ahora… ¿Cuáles son tus próximos planes?
La idea es seguir viajando por acá y después veré. Qatar está cerca y falta poco. Es caro, pero es una chance y tengo que buscarle la vuelta. Por ahora, con India tengo suficiente.
Hasta el momento, Duclos lleva dos libros publicados: Crónicas Africanas, de 2014, y Periodistán, un argentino en la Ruta de la Seda, editado en 2020 luego de volver de su larga travesía.
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