Sin dudas, el avance de la tecnología ha modificado radicalmente la manera en la que vivimos y nos relacionamos. La pandemia trajo consigo una aceleración aún más abrupta de este fenómeno, a través del proceso de transformación digital.
¿Cómo afecta esto al mercado laboral? ¿Cuáles son las carreras y perfiles que mejor se adaptan a las nuevas necesidades? A continuación, en Mundo Seguro intentaremos acercar posibles respuestas.
Las carreras que acompañan el cambio de paradigma
Diversas empresas han modificado en los últimos tiempos sus métodos, técnicas y herramientas. Las compañías atraviesan un cambio de modelo de negocio y eso se traduce en la valoración de nuevos recursos, que toman cada vez mayor protagonismo. Veamos algunos de los ejemplos más claros de perfiles que se ajustan a esta transformación.
→ Desarrollador de software
Probablemente no exista un sector que haya presentado un mayor desarrollo en los últimos tiempos que el de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Hoy, esta industria gigante es una de las más amplias generadoras de empleo a nivel global y el desarrollo de software es uno de sus pilares productivos más importantes.
Avanzando en esa dirección, el Instituto Cooperativo de Enseñanza Superior (ICES), institución educativa fundada por la Casa Cooperativa de Sunchales (entidad de la que SANCOR SEGUROS forma parte) y dependiente de la Fundación Grupo Sancor Seguros, presenta una gran alternativa de formación en su Tecnicatura Superior en Desarrollo de Software.
Tal como te contamos en esta nota, la casa de estudios fundada en 1986 surge con el propósito de desarrollar carreras que faciliten el acceso a una educación superior de calidad a habitantes de zonas alejadas. Este proyecto también emerge ante la necesidad de potenciar la formación en el campo de la informática en el interior del país.
La Tecnicatura Superior en Desarrollo de Software puede ser complementada con una formación de grado, tal como la carrera de Ingeniería en Informática.

→Especialista en Big Data
El entramado tecnológico nos acerca una gran cantidad de datos y en la actualidad, se torna fundamental obtener una lectura analítica y precisa de ellos.
Los científicos de datos exploran y gestionan un elevado volumen de información que ayuda a las empresas a tomar mejores decisiones en los más importantes niveles ejecutivos.
Otro elemento que vuelve vital a este rol dentro de las empresas es su transversalidad para acompañar a muchas de las áreas que componen a una organización.
→ Desarrollador de realidad virtual o realidad aumentada
Los entornos de realidad virtual son un leitmotiv cuando se habla de las claves del avance tecnológico. En ese contexto, los desarrolladores expertos en crear tecnologías inmersivas, tales como la realidad aumentada y realidad virtual, se convierten en grandes agregadores de valor.
Si se trata de producción en la Industria 4.0, la realidad virtual se erige como un habilitador tecnológico clave y quienes puedan gestionarla podrán impactar en procesos como: diseño de productos, control de stock, capacitación de colaboradores y advertencia y reparación de fallas.
En esta nota te contamos cómo la capacitación en realidad virtual puede ayudarnos a crear entornos más seguros para quienes trabajan.
→ Ingeniero ambiental
Frente al desafío de integrar el cuidado del medio ambiente a los objetivos de cada organización, la ingeniería ambiental resultará una de las carreras más demandadas a largo plazo. Nuestros recursos se agotan y los ingenieros expertos en sostenibilidad ya se encuentran entre los perfiles más demandados.

→ Controlador de drones
Los drones ya llevan varios años como instrumentos de gran valor a la hora de la producción de contenidos audiovisuales. Sin embargo, pocas veces prestamos atención a la gran dificultad que implica controlarlos con el máximo nivel de exigencia.
Estos dispositivos continúan su evolución hacia tareas de reparto de paquetes e incluso ya se han desarrollado algoritmos que permiten utilizarlos para maniobras complejas, que permitirán su ayuda en tareas de rescate y búsqueda. Por eso se requieren personas capaces de manejar un conjunto de habilidades específicas y los ingenieros aeronáuticos se encuentran al tope de esa lista.
→ Especialista en automatización de procesos
Este perfil de carrera está orientado a la búsqueda de soluciones en la dirección, simulación y diseño de proyectos automatizados. Su alcance es notable, porque la automatización implica a toda la maquinaria involucrada en los procesos productivos.
Beneficios como la reducción de costos, incremento de la productividad y disponibilidad de los recursos, son algunos de los argumentos operativos y estratégicos que convierten a los especialistas en automatización de procesos en un capital humano determinante para cada vez más empresas.
En ICES existe una opción académica de vanguardia en sus carreras de Técnico Universitario en Automatización y Robótica y Tecnicatura en Mecatrónica.
Su amplio abanico ocupacional les permite a sus egresados participar en el diseño y programación de automatizaciones industriales, además del diseño de circuitos digitales y mecanismos controlados por computadora.
¿Cuál será el impacto de las nuevas profesiones en el futuro?
Si bien la oferta académica es cada año más amplia y especializada, este repaso ofrece una perspectiva de las profesiones que mayor demanda laboral tendrán en los próximos años. ¿Detectaste algún punto en común entre ellas? Sí, tal como mencionamos al comienzo de esta nota, las carreras del futuro están directa o indirectamente ligadas al vértigo del avance tecnológico. A la hora de elegir una carrera es importante analizar su alcance y proyección a futuro, en función de la mayor cantidad de variables posible, para tratar de entender el panorama completo.
Por último, el escenario de los próximos años nos mostrará que las carreras sostenibles en el tiempo necesitan involucrar la creatividad y el fortalecimiento de las nociones necesarias para vincularse y trabajar en equipo. Para eso, será necesario poner énfasis en formación en habilidades blandas.
Queda abierta la puerta para que la tecnología no sea una amenaza para el trabajo humano, sino una potencial herramienta para que las personas se dediquen a innovar, crear y resolver problemas complejos. Es decir, a hacer lo que ninguna máquina puede.