¿El mundo está haciendo un giro veggie? Si hace 20 años pensar en ser vegetarianos era sinónimo de comer todo el tiempo lechuga y esto era visto como algo extraño o preocupante, hoy en día son cada vez más las personas que se anotan en este estilo de vida. La tendencia es mundial: un estudio hecho por la Universidad de Oxford en Reino Unido el año pasado dictaminó que el consumo de carne bajó un 17% en la última década; en Estados Unidos, una investigación de la encuestadora Gallup detectó que el 23% de los entrevistados reportó estar comiendo menos carne que el año pasado. A su vez, se observó que las mujeres tienden el doble a abandonar esta comida.
En Argentina, el país de las pampas y el asado por excelencia, esta tendencia no se queda atrás: el consumo de carne está en el nivel históricamente más bajo. De los 82 kilos anuales en promedio que consumía una persona en los años 60, este número descendió a 47,7 kilos per cápita, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra). Para el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, mientras que hay un 66% de la población que continúa siendo carnívora, un 29% come carne en menor proporción, mientras que el sector restante es vegetariano o vegano.
¿A qué se debe este cambio de hábitos?
Distintos factores explican esta tendencia hacia el vegetarianismo. Si ponemos la lupa a nivel local, el aumento de precios en los cortes cárnicos por la inflación es un motivo determinante. Sin embargo, otras aristas también son importantes.
La alimentación basada en plantas incluye por lo general alimentos de origen vegetal como verduras y frutas, granos enteros y cereales integrales (como arroz integral, quinoa, mijo, trigo sarraceno, cebada, etc.), legumbres (garbanzos, lentejas, porotos), aceites vegetales, frutos secos y semillas, en vez de alimentos de origen animal y alimentos ultraprocesados (estos últimos no se excluyen por completo pero se limitan lo más posible).
Este tipo de alimentación tiene múltiples beneficios para la salud y se relaciona con una menor prevalencia de enfermedades. Tanto es así que cada vez hay más estudios que vinculan el consumo de carne con la posibilidad de desarrollar enfermedades crónicas. El instituto Cancer Research UK, por ejemplo, observó cómo el consumo de carne procesada aumenta considerablemente las posibilidades de desarrollar cáncer de colon. La OMS también dictaminó lo mismo con respecto a los productos embutidos. Y esta información está circulando y al alcance de todos.
Practicar un consumo ético que no involucre maltrato animal es otra de las razones que llevan a las personas a dejar de comer carne, sobre todo a los y las más jóvenes, que muestran una preocupación mayor por el medio ambiente.
Opciones cada vez más accesibles
Es innegable que hoy en día hablar de vegetarianismo es una opción cada vez más accesible: para quienes tienen este estilo de alimentación, ir a comer afuera ya no significa solamente estar destinados a comer una ensalada. Actualmente, es raro ir a una hamburguesería que no ofrezca un medallón veggie. Incluso las cadenas más famosas ya se adaptaron a estas nuevas tendencias de consumo y, para no dejar posibles clientes afuera, están ofreciendo, con bombos y platillos, opciones basadas en plantas.
Por otro lado, quienes son vegetarianos y quieren comer algo rico en casa ya no tienen que conformarse con las clásicas hamburguesas de soja industriales, que están en el mercado hace décadas. Marcas masivas Granja del Sol o Vegetalex están ampliando su gama de productos para ofrecer desde medallones de verduras hasta salchichas y nuggets de vegetales o hamburguesas de soja que imitan el sabor de la carne vacuna. A su vez, propuestas como Felices las Vacas y Not-Co, por ejemplo, producen desde queso, yogures y hasta helado sin ingredientes de origen animal, además de postres y hamburguesas de pollo sin pollo, claro. Algunos de estos productos, a su vez, se pueden conseguir en los supermercados, haciendo que adquirirlos sea más fácil y no haya que buscarlos solo en la dietética del barrio.
El estilo de vida vegetariano es la dieta del futuro: según Forbes, el 65% de las personas nacidas entre 1995 y el 2007 creen que la comida basada en plantas es atractiva y el 75% está disminuyendo su consumo de carne. Las redes sociales, por otro lado, amplifican esta tendencia, y cada vez hay más influencers que difunden recetas vegetarianas. Y, aunque en Argentina La Carne con mayúsculas siga siendo una institución, los vegetales ya no tienen nada que envidiarle.